Los vinos jóvenes son aquellos que se comercializan el mismo año de la cosecha o el siguiente, por lo que no llegan a pasar tiempo en barrica. Son vinos elaborados con uvas blancas y tintas, listos para consumir en los meses siguientes a la vendimia. Es por eso que es muy habitual denominarlos “vinos de año”. No es recomendable dejar pasar mucho tiempo antes de abrir una botella de vino joven, ya que está especialmente pensando para mostrar sus mejores cualidades en los meses y años siguientes a su preparación.